La vacuna social del ébola.
Todos celebramos la recuperación de la enfermera Teresa Romero. Si quiero escribir algo sobre ella o sobre el ébola, debo darme prisa. Si no se producen nuevos casos, y Dios no lo quiera, pronto el ébola se convertirá en otro tema molesto del que es mejor no acordarse.
Pronto olvidaremos los errores garrafales cometidos, por todos.
Pronto olvidaremos la congoja (el acojono) y la preocupación que sentíamos ante una amenaza propia de una película de zombies.
Incluso ya hay responsables ministeriales que califican este incidente de Teresa como una “vacuna” dirigida al propio sistema sanitario, una dosis “no letal” de virus inoculado en vena, para despertar las defensas, para prepararlo por si llega la realidad.
Y la realidad es que el ébola no ha importado a nadie mientras no lo hemos tenido a la puerta, y en cuanto lo veamos alejarse, dejará de importarnos nuevamente.
El ébola regresa a Africa, donde debe estar. El peligro se aleja, la plácida vida sigue.
Mientras tanto, Africa llora su misera, su sufrimiento y su enfermedad, y para nosotros eso es tan normal y cotidiano, tan “como siempre”, que parece que esa postración de todo un continente forma parte del correcto orden de las cosas.
Lo cierto es que Africa es como un gran caldero de dolor hirviente y humeante, cuyos borboteos ocasionalmente nos salpican en forma de náufragos ahogados, o negros encaramados a una valla como ropa al sol, expectadores accidentales de un partido de golf jugado con estremecedora indiferencia.
Felizmente Teresa se recupera. No aparecen más casos. La sociedad regresa a sus afanes de primer mundo. ¿Qué hemos aprendido? ¿Ha funcionado la vacuna social? ¿Vamos a tomarnos esto de una vez en serio y mejorar las condiciones de vida de esos países? Ojalá no tengamos que repetir la dosis.
Joaquín Bueso
triste y cruel………pero cierto como la decadencia del » primer mundo».
ginés
octubre 24, 2014 at 8:29 am
Gracias, Ginés, como siempre, por comentar. Este nuevo post te lo debo a ti. Un saludo.
dirección activa
octubre 24, 2014 at 10:43 am